LABORES PROPIAS DE MI SEXO. 

Marzo – Mayo 2020

Sobre la exposición:
ELSA ESTE, lleva mucho tiempo subvirtiendo con su trabajo en cerámica lo utilitario, usándolo como leitmotiv. Cafeteras, teteras gigantes que no pueden contener líquido alguno, planas como una línea, floreros espinosos que difícilmente alojarían mas de una flor. Listas de bodas que ninguna novia compraría porque son una caricatura de la vida conyugal y de las tareas domésticas asignadas a la mujer como ama de casa.

En esta ocasión y usando las técnicas del papel cerámico y el tejido a crochet en algodón, la artista nos invita a controvertir la sentencia vertida en las llamadas propias de su sexo. A distancia del panfleto feminista, con la sutileza que se revela en el recurso a las formas de la naturaleza- flores, arbustos, tallos, telarañas- Elsa nos convoca a la ironía, y a la sonrisa.

Las Labores propias de su sexo fue la expresión con la cual el mundo de la segunda revolución industrial identificaba las tareas del hogar que le correspondían a la esposa y madre por su naturaleza femenina y según una rigurosa división sexual del trabajo que las mujeres de principios de siglo XX comenzaron a cuestionar.

¿Son las labores propias de su sexo un anacronismo, una expresión desgastada y en desuso, en estos tiempos de diversidades de género e identidades sexuales a la carta? ¿O existen aún esas ¨labores propias¨ ligadas a una naturaleza de lo femenino, por mor de la condición de madre, pareja, ama de casa, fuera incluso del ámbito del hogar en el espacio del trabajo profesional y la industria?, establecidas aún en países donde la condición femenina sigue siendo un motivo de maltrato, atropello y en algunos casos de muerte.

¿Hay en esos elementos repetidos y fragmentarios una expresión de la monotonía de las las labores ¨propias de su sexo¨? ¿Se asoma un guiño a la presunta naturalidad de la naturaleza femenina en la elección de la cocción sin esmaltes, sin otros acabados salvo aquellos que la artista logra con el horno y la lija? ¿Qué nos dice ella de la laboriosidad de las faenas de la mujer cuando reúne en un solo conjunto la dureza del material cerámico y la fragilidad del tejido? ¿No eran el tejido, el bordado y la costura parte de lista de las habilidades que la mujer debía poseer?.

Elsa se burla de ella misma cuando habla de Las Labores propias de su sexo, pero en contraste con la serenidad de su obra ella se pregunta angustiada, por esa aún mayoría segregada, atada a Las labores propias de su sexo y a la sociedad maltratadora.

MARIA EUGENIA ESTE